
Sandra: “Australia es la aventura de mi vida”
Sandra González nació en Pedrosa del Páramo, un pueblecito de Burgos. Estudió Comunicación Audiovisual, es una apasionada del diseño gráfico y siempre soñó con viajar a Australia. Ahora acaba de vivir la gran aventura de su vida. Todo empezó con una beca de Let’s Go Study Australia y ha terminado hace unos días en la Gran Barrera de Coral. En este tiempo Sandra viajó a las antípodas, estudió en Melbourne, trabajó con estudiantes internacionales, conoció a su familia de Brisbane y descubrió el Uluru, entre otras cosas. Estos son los detalles de su aventura.
El prinicipio de tu aventura es bastante especial…
Todo empezó en 2014. Participé en un concurso en el Facebook de Let’s Go Australia en el que sorteabais una beca de alojamiento y curso intensivo de inglés de un mes en Melbourne. Me apunté… y lo gané! ¿Quién no ha pensado en la posibilidad de viajar una vez en la vida al otro lado del mundo? Yo lo había pensado alguna vez y se hizo realidad. Como también tengo familia en Brisbane pensé que era una gran oportunidad para conocerlos. Sin embargo el camino no fue fácil, incluso pensé en dejar pasar la oportunidad, pero al final me di cuenta de que si no lo hacía me iba a arrepentir toda la vida.
¿Cómo fue tu llegada a Melbourne?
Llegué el 30 de abril y el primer día tuve tiempo de hacer lo básico. Dejé el equipaje en el hostel, luego directa a la oficina de Let’s Go Study Australia y conocí a todo el equipo. Después paseamos por el centro de la cuidad, compramos una tarjeta de teléfono y fuimos a la academia de inglés.
¿Qué impresión tuviste de la ciudad esos primeros días?
Increíble. Tengo que decir que llevo Melbourne en el corazón, me ha dejado enamorada. Por las mañanas iba a la academia de inglés y por las tarde era voluntaria en The Couch, un lugar en el que se reunen estudiantes internacionales para conocer gente, nuevas culturas, practicar el inglés o incluso aprender otras lenguas. Cada tarde hacíamos actividades diferentes, por ejemplo los martes hay clase de español y me sorprendió gratamente la cantidad de gente que se interesa por aprenderlo. La verdad es que no paraba ni un minuto… El mes que estuve en Melbourne disfruté al máximo, hice amigos de todos los rincones del planeta y con alguos de ellos seguiré en contacto toda la vida.
¿Y tu inglés?
Mi estancia en la escuela fue corta, sólo estuve un mes, pero sentía que evolucionaba muy rápido. El personal de la academia fue muy profesional, siempre dispuestos a ayudarme. Y Rachel, mi profesora de inglés, hacía las clases muy divertidas y amenas.
Además también tuviste tiempo de viajar…
Sí, en los ratillos libres y sobre todo los fines de semana hacía turismo. En Melbourne cada día hay algo nuevo, una calle, un exposición, un pub, una plaza o un rincón por el que todavía no habías pasado y que te sorprende. Me alucinó una tienda de ópalos y animales australianos disecados, solo me atreví a tocar las serpientes. En los alrededores de Melbourne me gustó mucho la Great Ocean Road, por momentos me recordó al norte de España.
Y tras Melbourne, la gran escapada.
El siguiente destino fue Sydney. Arquitectónicamente me sorprendió mucho, todavía más que Melbourne. La Opera House y el Harbour Bridge son alucinantes. Después viajé al outback y visité el parque nacional Uluru-Kata Tjuta, una roca gigantesca que es sagrada para los aborígenes. También estuve en Brisbane y alrededores como Redcliffe, Gold Coast, Sunshine Coast o Bribie Island… Mi último destino fue Cairns y la Gran Barrera de Coral.
Tienes familia en Brisbane, ¿cómo fue el encuentro?
Una sensación muy especial. Estaba en la estación esperando a que me recogiera un familiar pero yo no sabía ni siquiera qué aspecto tenía. Entonces alguien me preguntó: ¿Eres Sandra? Y yo dije: ¿Y tú Benito? Ese primer abrazo fue muy cálido y muy sincero. Estoy contenta de haberlos conocido, al fin. La experiencia en Brisbane fue muy buena, estoy muy agradecida de poder haber estado allí un tiempo. Benito me contaba historias sobre los recuerdos que tenía de España y de cómo fue el comienzo de su vida en Australia. A veces tenía la sensación de que le conocía de toda la vida. Tener familiares allí me dio la oportunidad de conocer la vida real australiana y algunos lugares menos turísticos. Por ejemplo me fui a Sunshine Coast con una vecina y fuimos a pescar, en Cairns fuimos a cazar cangrejos y pude ver cocodrilos en libertad. Todo gracias a que iba con australianos que se conocían todos los secretos.
Después de todo lo que nos cuentas, ¿qué es lo que más te ha sorprendido de Australia?
¡Me ha gustado todo! ¡Tanto que no me quería volver a España! Australia es sorprendentemente grande, yo no era consciente de su tamaño hasta que empecé a preparar el viaje.
¿Cómo ha ido el regreso a casa?
Vertiginoso. Llegué a mi pueblo y estaban en plenas fiestas, así que no tuve tiempo ni de deshacer las maletas. Pasé unos primeros días muy intensos con la familia y los amigos. A medida que va pasando el tiempo cada vez echo más de menos Australia y, en especial, Melbourne. La vida social que tenía allí, la gente que conocí y todas las experiencias que viví son inolvidables. ¡Estoy deseando volver!
¿Algún consejo para futuros aventureros que quieran dar el gran salto?
Por supuesto, recomiendo a todo el mundo que vaya a Australia ya sea de viaje, a estudiar o a trabajar. Y a cualquier persona que se esté planteando dar el salto e ir a un país diferente, que aprendan al máximo el idioma del país. Por ejemplo si van a Australia que se hagan con el acento y la jerga australiana y que lleven dinero ahorrado. En este país hay muchas posibilidades, pero no te están esperando nada más bajar del avión. Así que paciencia, perseverancia y mucho ánimo que todo llega!
Si quieres saber más sobre Sandra, aquí tienes su página web. Y si te planteas dar el gran salto y venir a estudiar al otro lado del mundo, no dudes en contactar con nosotros.
Let’s Go Australia!