Dos años viviendo en Australia

No soy bipolar, aunque a veces lo dudo. Soy un alma viajera con raíces demasiado fuertes como para cortarlas para siempre. Quizá esta frase muchos no la entendáis, pero para muchos otros seguro que dice ya lo suficiente.

Hace 24 meses cumplí mi sueño de estudiar y vivir en Australia. Tenía claro que sería una experiencia temporal y que al terminar mi curso de marketing volvería a casa para seguir con mi vida normal, buscar un trabajo y seguir viviendo. Pero desde el momento en que puse un pie en este país, supe que mi vida había cambiado para siempre. Aunque había viajado bastante antes de llegar a Australia, todas las sensaciones del principio eran completamente nuevas para mi y vivía en un estado de asombro y excitación las 24 horas del día. Cada día tenía algo nuevo que contar, alguna vivencia espectacular, algún descubrimiento, viajes, amigos nuevos… era un sueño!!

Españoles en Australia

Sin embargo, para qué mentir, nunca dejé de echar de menos a mi familia, a mis amigos, la paella, la siesta y ese algo especial que tiene la vida mediterránea (yo soy de Valencia). A veces incluso estaba un poco triste y me decía a mi misma: pero qué haces? No puedes estar triste! Estás en Australia! Tu casa y tu gente siempre van a estar ahí cuando vuelvas! Va, a sonreír y a disfrutar!! Sin embargo, como muchos sabéis, no es tan fácil… Aunque tengamos la certeza de que todo va a seguir ahí cuando volvamos, el hecho de perdernos el día a día, los cumpleaños, los embarazos, las bodas, los nuevos trabajos y, en el peor de los casos, las enfermedades de nuestros seres queridos, a veces se hace duro.

Pero, ¿sabéis qué? Lo que nos hace apreciar lo bonita que es la vida y lo afortunados que somos, es afrontar pequeñas dificultades y superarlas nosotros solos. Si vivir en Australia fuera sólo ir a la playa, conocer gente nueva, viajar, salir de fiesta y tomar el sol, sería una pasada, pero no sería ni de lejos tan increíble como realmente es.

Españoles viajando por el mundo surf

Lo mejor de una aventura al otro lado del mundo es conocerse a uno mismo, aprender a valorar más a nuestros familiares y amigos, a respetar el medio ambiente y a los animales, ver cómo tu inglés mejora y de repente usas naturalmente esos malditos phrasal verbs que durante años odiaste, enfrentarse a entrevistas de trabajo en otro idioma… y que te contraten! Tu primer trabajo, madre mía! Encontrar tu primer trabajo en Australia es más satisfactorio que ganar la lotería! (bueno, igual no, pero casi!!). Algo que tanto te asustaba antes de llegar y comprobar que no era tan difícil como pensabas… Menudo subidón de autoestima! Y como éstas, otras miles de nuevas experiencias y sensaciones que nos recuerdan que cada minuto vale la pena. Y aunque a veces estemos mirando el precio de los vuelos de vuelta y al minuto siguiente estemos diciéndole a nuestra madre lo increíble que es esto y que de momento no nos planteamos volver, no creo que seamos bipolares. Simplemente somos almas viajeras con la suerte de tener familia y amigos tan increíbles que nos pongan difícil el estar lejos de ellos.

Escribo esto pensando tanto en los que estáis fuera, como los que nunca habéis viajado. A los que estáis fuera, simplemente decir BRAVO! Hablando desde la experiencia os digo que no os preocupéis si tenéis algún día en el que estáis un poco perdidos. Salir de casa y vivir sin todas las personas a las que más queréis no es ni será nunca fácil. Pero pensad que lo que estamos viviendo es algo que marcará el rumbo de nuestra vida para siempre, por supuesto a mejor. Está bien llorar algún día, está bien sentir nostalgia y echar de menos, incluso llegar a pensar que queréis volver. Pero después recordad lo que os trajo aquí, que es ese afán por descubrir, por vivir, por viajar! Esa es sin duda la mejor sensación del mundo.

Sunnies Australia

Y a los que me leéis desde casa, simplemente deciros que hay una forma increíble de ver la vida. Una forma que sólo conocen aquellos que han viajado y han vivido en el extranjero en algún momento. Aunque tengáis un trabajo, aunque os de miedo, aunque creáis que no podéis estar lejos de casa por más de 5 días, si os atrevéis, os juro que os lo agradeceréis a vosotros mismos el resto de vuestros días. Y si decidís hacerlo, os aconsejo que os atreváis a venir a Australia. No hace falta que os diga por qué. Os invito a vivirlo y experimentarlo por vosotros mismos. Quién sabe, quizá un día os encontréis escribiendo algo como esto vosotros mismos, animando a la gente a vivir esta experiencia, pensando en el día que este artículo os hizo decidir dar el gran salto.

Elena Devís. Let’s Go Australia!